El corte de corriente de hoy comenzó a las 2:05 PM y ya el rumor de cortes de 4 horas toma mucha fuerza aunque gracias a Dios hoy fueron las 2 horas «habituales», sí, entre comillas, porque ni debería ser habitual ni mucho menos normal. El rumor toma fuerza, una fuerza inversamente proporcional a la que le está quedando al venezolano para luchar por la salida URGENTE de estas lacras que sembraron odio y destrucción en Venezuela, empezando por Chávez, pasando por todos los boliburgueses que en su haber tienen prontuario policial (al parecer, requisito para estar en las cúpulas podridas que nos desgobiernan) y terminando en el que llegó a la presidencia con trampas… El rumor toma precisamente la fuerza que deberíamos tener todos los venezolanos para salir de estos malnacidos que ostentan poder y que día tras día en su morbo destructivo, nos diluyen, nos disgregan y nos exilian para quedarse con esta noble tierra, como si Venezuela fuera el patio de su casita o la haciendita de los tíos, los primos, los Ramirez, los Rodríguez, los Cabello, y perdonen todos aquellos que se me olvidan que también merecen el reconocimiento de “la peor escoria humana” que pueda existir en Venezuela…
Los diputados de la Asamblea Nacional que hoy determinaron encadenarse en las escaleras del CNE ya empezaron a pronunciarse para que las celestinas amorales y malparidas de la Tibisay Lucena y la Sandra Oblitas (perdonen mis palabras soeces de este drenar literario), entreguen las planillas para dar curso al Revocatorio que gritan hasta los chavistas que quedan en Venezuela (los que se fueron no, esos no quisieron aguantar el legado in situ para salir a disfrutarlo en todas sus anchas «outside«, allá donde radica el imperio del que tanto despotricaron a conveniencia, mientras por debajo de la mesa se llenaban de los codiciados y escondidos verdecitos controlados a placer por CADIVI, CENCOEX y todos los nombres subsiguientes que les pusieron a los organismos reguladores de la divisa internacional). La rrrrrrrabia del venezolano se pronuncia y ellos, los rojos indecentes y sus secuaces, acordonan el Consejo Nacional Electoral (CNE) con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) preparados con sus armas y sus respectivas lacrimógenas. Mientras tanto los venezolanos salimos a la calle armados con el amor por esta nación (ya decir patria me da náuseas), el anhelo de cambio, la bandera tricolor y la dignidad que aún nos queda a los que no nos conformamos con esta hecatombe que dejaron los «reyes Midas con efecto inverso» pues convierten en estiércol (por no decir lo otro) todo lo que podría generar riquezas. El asunto es que salimos y los delincuentes uniformados nos reprimen porque sus armas son bélicas mientras que las nuestras son intelectuales.
Los venezolanos que hacemos vida en esta tierra estamos en un callejón sin salida; los que emigraron nos gritan que hagamos algo, pero el panorama pinta distintas perspectivas para ambas partes pues a los que acá estamos nos tienen perseguidos, amordazados y/o presos, y a los que están fuera el desespero que les da ver tanta injusticia sin poder hacer nada también los tiene maniatados. El capitulo desenlace del periodo más dramático y oscuro en la historia de esta República parece eterno, no se termina de escribir, pésele a quien le pese, duélale a quien le duela, hayas votado por el intergaláctico o no (gracias a DIOS que no me dejé engañar por su discurso populista), hayas votado por su «hijo», el engendro demoníaco o no, el asunto es que “te lo caláis” como diría mi hermano mayor, porque emigrar no es fácil para quien no cuenta con los recursos suficientes que le permitan subsistir al menos 3 ó 4 meses (tiempo estimado para sufragar los gastos de una familia promedio –de 4 miembros–, en tierras totalmente ajenas donde no tienes casa ni empleo).
Venezuela se muere de hambre y sed (literal y de justicia), se muere de impotencia por los cortes de corriente y la falta de luz, perece por la asfixiante carencia de insumos básicos, por la escasez en todo, y por ver acrecentar la impunidad ante los hechos de esos desgraciados que siguen aplastándonos como si fuésemos zancudos a los que hay que matar para prevenir un dengue, un chikungunya o un zika. A los hermanos de Ecuador, que obviamente merecen la ayuda dada la situación del sismo que ha causado lamentables pérdidas humanas y materiales, el gobierno de Nicolás Maduro envió 3 aviones full de insumos, lo cual demuestra el odio que el bigotudo natural de Cúcuta nos tiene, y lo eficiente que puede ser el inútil degenerado cuando le conviene. Provoca preguntarle ¿quién es entonces el causante de la guerra económica y de dónde salieron todos esos insumos si la oposición según tú es quien los acapara? Gracias a Nicolás Maduro y al legado del “eterno intergaláctico” vivimos en Venenarnia, en Jumanji-Vietnam, en una tierra inhóspita y asfixiante, una que le ha quitado el buen humor y la sonrisa hasta al más optimista y positivo de los hombres que en mi vida he conocido: mi padre…
Dios no se equivoca; la naturaleza al parecer sí que lo hizo al parir al monstruo y engendro del demonio que como buen emisario del enemigo hace de mi país una similitud al holocausto de Hitler porque a diario mueren personas como si estuviéramos en una guerra (aunque en definitiva, esto es como una “neo-guerra socialista” en la que votamos, nos trampean, nos engañan y de paso se burlan de nosotros con un gozo indescriptible). Nicolás Maduro, un monstruo que atenta contra la moral, las buenas costumbres, la cultura y la decencia; un monstruo que ni siquiera tiene respeto por la condición del Autismo, seres extraordinarios que viven en un mundo ordinario que evidentemente, un emisario del diablo no puede reconocer como tal; este engendro es un monstruo que si la madre viviera y le reclamara que no es moral lo que está haciendo contra Venezuela, de seguro la mataría…
No digo más por hoy. Ya cargo a Dios sordo y la indignación de la noticia sobre los cortes de 4 horas que entrará en vigencia a partir del 25 de abril de 2016 es #NivelDIOS. ¿Qué pasará? Sólo DIOS sabe…
¿Elayza? 