El vestier…

Ni ayer, ni hoy y de seguro que ni mañana, encontraré en el mundo a un ser humano del sexo femenino (desde adolescente, joven o adulta) que esté totalmente conforme con cómo se ve ante los ojos del mundo e incluso ante sí mismas… Esto hoy me hace estar un poco introspectiva, porque es una verdad: Las altas quieren ser bajas, las flacas quieren tener unos 2 kilitos más por lo menos, las gorditas quieren rebajar unos 40 kilos, las de cabello rizado lo quieren lacio y viceversa… Las que visten casual quieren verse más elegantes; las de amas de casa, encontrar en su vestier más opciones de look casual que ponerse y disponer de ocasiones para mostrarlo. En honor a la verdad, me pregunto ¿por qué somos tan inconformes y duras con nosotras mismas? ¿por qué nos cuesta tanto intentar NO ser autocastigadoras en la materia? Sé que como humanos, a los hombres también les pasa, pero es tan claro que el gremio femenino es el superlativo de esto que incluso la marca Dove hizo una hermosa campaña, muy emotiva por demás (Acá tienen el video que lo demuestra)

El asunto se complica un poco más cuando no sólo sentimos inconformidad por lo que somos o por como nos vemos, sino cuando buscamos respuestas que a veces no encontramos o cuando la vida nos responde como no quisiéramos, y es aquí donde el factor propósito hace gala, pues encontrarlo de modo individual, descubrir que cada una de nosotras fuimos creadas por una razón y para algo en particular, no es un caso fortuito, y podemos empezar a descubrirlo haciendo una introspección de nuestros talentos o aquello en lo que nos desempeñarnos con fluidez y pasión, eso en lo que tenemos habilidad, eso que nos gusta hacer y que nos hace distintas del resto… Y hablando de cosas que las mujeres queremos, quizá hayan féminas que anhelen un amor que las ame tanto que sea capaz de dar su vida por ellas. A ellas les digo: no lo busquen más, ya alguien hizo esa tarea inigualable e insuperable hace más de 2000 años, y ese alguien a lo largo de la historia (antes y después de Él) destacó la importancia del rol de la mujer, la cual va mucho más allá del vestier de cada una, y es así desde tiempos que muchos no imaginan.

Y al día de hoy, tan lleno de comunicación digital, como siempre llega señor Internet y nos regala a través de los vídeos como los dos anteriores y este que en minutos verán, cosas que realmente pueden ayudar a mucha gente. En este vídeo hay un orador que, curiosamente habla a un teatro lleno de sillas vacías. Fémina que me lees, elocuentemente este orador señala el valor de la mujer, como si te hablara directamente a los ojos, como si te mirara de frente en medio de un teatro en el que nadie lo escucha; quizá porque así mismo somos las representantes del gremio femenino cuando nos dicen ese tipo de cosas que muchas veces no creemos porque el espejo (el del vestier y tal vez hasta el del alma…naque) a veces se empeña en mostrarnos otra cosa… Y mejor no sigo pues la idea no es contarte el final de esta perla sino que la veas…

Así que chicas, tenemos tarea de vida… Reforzar lo que somos, pero no ante una sociedad que a veces resulta escarnecedora, sino ante un Creador que siempre querrá lo mejor para nosotras, porque a fin de cuentas, cada una de nosotras es la niña de sus ojos.